cal¡ente, cal!ente es un proyecto vivo, itinerante y en constante mutación desde el cual gestionamos encuentros entre seres de diversas identidades y contextos culturales con el deseo de pensar, imaginar y ensayar «nuevos mundos posibles» qué habitar en los futuros próximos. proponemos, a través de programas de experimentación y encuentros de pensamiento y creación colectiva (bajo premisas o conceptos abiertos), enmarañar múltiples imaginarios que, en sus coincidencias o diferencias, converjan y activen potencias ocultas en el lenguaje y el pensamiento; actividades siempre dispuestas a descubrir lugares extraños, desconocidos e inesperados en los cuales poder perderse, delirar e invocar entidades fantásticas que nos permitan, como especie, trabajar sobre la ruina y compostar formas otras de existir.

queremos responder a la urgente necesidad de coincidir, contrastar y fabular con otres la reconquista del futuro. compartir sentipensares, afecciones, sueños, alegrías y tristezas, conocimientos e intuiciones y así, desafiar nuestros actuales «universos de referencia» tejiendo redes irisadas de trabajo y contención, jaspeadas por voces unas y voces otras que, desde las artes y las ciencias, activen portales de fuga hacia dimensiones inexploradas. artes y ciencias entendidas en las múltiples formas en que han sido concebidas por diferentes grupos humanos y no-humanos o multiespecies.

son las ansiedades e indignaciones espectrales, el agotamiento psíquico, los miedos compartidos, los deseos moribundos y la incertidumbre que genera vivir y morir en un mundo arruinado los que calientan nuetrxs cuerpxs-mente y agitan las partículas que buscan emerger del (y con el) caos; que forman insólitos ambientes de aire espeso: vaho. vaho en las frentes, las manos, los pechos, los pies. vaho que se cuece con el vapor de la tierra enferma, tierra que arde y unge todas las pieles y todos los huesos, que fragua con la bruma almizclada de los alientos del lodo y el fango y nos empapa para proyectar posibilidades escondidas en el cruce y la diferencia, en la resistencia, en reconocernos siendo en cuanto les otres son.

cal¡ente, cal!ente sacudimos los intestinos, las cabezas, corazones e hígados. cal¡ente, cal!ente nos juntamos. caliente, caliente lloramos, cantamos, gritamos, jugamos. cal¡ente, cal!ente desaprendemos y aprendemos y, cal¡ente, cal!ente habitamos lo desconocido para hayar posibles claves y herramientas con qué transformar aquello que se nos impuso como «único-real-posible».

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